Las motos y yo: hasta donde alcanza mi memoria, ya de muy pequeñito, las motos me gustaban tanto como las mujeres!!!. No voy a hablar aquí de mujeres, no es el sitio, pero por supuesto de motos sí. Para ser sincero no me gustaba cualquier cosa… Mi primer recuerdo es una Norton Comando 750 en la plaza de María Pita de La Coruña, no creo que yo tuviera más de 7 años. Esa moto solo estuvo en producción desde 1967 hasta 1972.
Estuve enamorado de esta moto hasta que apareció la Benelli Sei, con seis cilindros en línea, ya por entonces me molaba el tema mecánico y tecnológico. Por otro lado, aquel sonido de los seis cilindros… Por supuesto yo solo tenía edad para soñar con ellas. La Benelli 750 Sei entró en producción en 1973. Se cumple el dicho de «un clavo saca a otro clavo» la Sei me hizo olvidar rápidamente la Norton, en el 73 yo tenía solo 11 años. Lo dicho, precoz de cojones.
Lo siguiente fue conseguir una, mi padre no quería y la mayoría de mis amigos desde los 16 años ya la tenían. Fui aprendiendo en las de los amigos pero sobre todo en la de mi primo Ripa. Finalmente mi padre consintió en comprarme una, fue el verano que cumplí 18. Un amigo suyo le dijo «no anda en las de los amigos» «pues mejor que ande en la suya que la conocerá mejor». Lo difícil fue decidirme, me gustaban las de trial, estaba la Bultaco Sherpa pero entre medias quebró Bultaco, la ossa no acababa de llenarme con lo que solo tenía una opción, la Montesa 349 que aún conservo y espero poner a andar otra vez algún día. Las motos me gustan tanto que me da igual que sea solo o en compañía, pero que quede claro que mejor en compañía. Por otro lado lo de cerdo me va que ni pintado, pues soy el más cerdo de todos, en todos los aspectos y a un nivel estratosférico. Como algunos de los integrantes del grupo, debido a las circunstancias personales, estuve sin andar en moto durante bastante tiempo, pero por suerte he vuelto y nunca es tarde, aunque me hubiera gustado haberlo hecho antes.
