N2. La ruta 66 de Portugal

Para el 2019 la ruta elegida es otra vez Portugal. Vamos a hacer el tramo norte de la N2 portuguesa desde su inicio en Chaves hasta su paso cerca de Coimbra, en este punto la abandonaremos para volver hacia España por la frontera de Salamanca en Ciudad Rodrigo, con la idea de pasar por el Parque Natural da Serra da Estrela una carretera con un tramo de montaña de curvas y paisajes asombrosos el cual ya conocemos de años anteriores.

Para mí es la primera salida con los Cerdos Salvajes y la emoción es máxima. Me uniré junto con Sera al resto de compañeros de Coruña: Marco, Fran, Jorge, José, Felipe y Jose Manuel, en Verín por lo que el primer día de ruta consistirá para todos en llegar hasta allí.

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DIA 1 – LLEGADA A VERÍN

Desde Madrid hacemos una incursión rápida por la A6 hasta Arévalo para ahorrar tiempo, de esta forma llegamos a comer y degustar un rico cochinillo en El Tostón de Oro.

Después nuestra intención es llegar por carreteras comarcales de Avila y Zamora hasta Puebla de Sanabria, al norte de Zamora, cruzando característicos pueblos castellanos como Madrigal de las altas torres, Cañizal, Fuentesauco o la propia Zamora que dejaremos a un lado en nuestro camino hacia Puebla, donde estaremos cerca de  las 19:00, momento ideal para tomar algo y ver un poco el pueblo  que ya visitamos en la ruta del 2016.

Continuaremos el viaje hasta Verín de noche y con una fina lluvia para llegar sobre las 21:00 a esta localidad orensana cumpliendo con el plan inicial de quedar para cenar con los compañeros de Coruña.

 

 

Desde Coruña la cosa va más tranquila, salida al medio día y una ruta relajada por carreteras secundarias, llegando a Verín sobre las 21:00.

Una vez instalados, estamos listos para acercarnos al centro del pueblo, donde encontramos una bodega en la que degustamos carne gallega y vinos de Monterrei, dominación de origen  de la zona. Trazamos el plan de ruta el día siguiente en los bares de la localidad y nos disponemos a descansar para afrontar la ruta, todo juntos, al día siguiente.

 

DIA 2 – VERÍN – COIMBRA

Una vez desayunados, con los deberes hechos y con los depósitos llenos comenzamos el camino hacia Chaves qué es el pueblo portugués dónde comienza la N2, conocida también como la ruta 66 de Portugal y que lo atraviesa de Norte a sur hasta llegar, 738 kilómetros después, a la sureña Faro. El trazado recorre el centro geográfico del país. Lejos del Atlántico, lejos de la frontera española y lejos de sus grandes ciudades.

Una vez allí paramos en el mítico kilómetro cero, estando señalizado éste con un hito kilométrico en mitad de una rotonda y en el que como muchos otros ruteros nos hacemos la típica foto conjunta y comenzamos nuestra aventura por la N2.

 

Es un día soleado y agradable para la conducción, nada hace presagiar lo que nos caerá encima en los días siguientes aunque eso lo veremos más adelante. Nos adentramos en Portugal en una carretera que está bastante concurrida puesto que en este tramo hay bastantes pueblos y aldeas. Esto hace que la ruta sea más lenta, pero esta situación solo se da al principio puesto que la N2 siempre va a estar acompañada por carreteras nacionales o autovías que hacen que el grueso de la circulación vaya por ellas dejando libre a los amantes de la carretera y por supuesto a las motos la totalidad de la N2.

Nuestro primera gran ciudad es Vila-real a la cual llegaremos a media mañana, sobre las 12 y la atravesaremos buscando el primer tramo importante de curvas que nos encontraremos de camino a Peso da Régua, un encantador pueblo al que llegaremos justo a la hora de comer, no sin antes parar a contemplar las espectaculares vistas de los valles y viñedos de esta zona de Portugal y cruzar algunas palabras con los temporeros que recogen la uva del Vinho do Douro, una de las denominaciones más apreciadas de Portugal.

Peso da Régua es un bonito pueblo situado a las orillas del río Duero y donde éste alcanza una anchura sorprendente. De él parten muchos de los cruceros fluviales hasta Oporto y dan ganas de subirse a unas de esas lujosas embarcaciones y llegar hasta el Atlántico. Pero nosotros vamos en Moto y por carretera y lo que vamos a hacer es cruzar el inmenso puente sobre el Duero para dirigirnos a Coimbra. Lo haremos después de comer en un pequeño restaurante al pie de la ribera y después de esperar a que Marco termine de pelearse con el navegador para configurar la ruta. He de decir que es difícil seguir la N2 sin la ayuda de un navegador ya que todas las indicaciones te suelen llevar hacia las autovías y carreteras nacionales. Pero también te gastan malas pasadas de vez en cuando, no sería la primera vez que acabamos en un camino sin salida y toca dar la vuelta.

 

 

Seguimos rumbo hacia Viseu pasando por Lamego, dejando a un lado el Santuario de Nossa Senhora dos Remédios y su espectacular escalinata, encontrándonos a media tarde con una carretera prácticamente vacía, ancha, de muy buen asfalto y grandes curvas, lo que nos hace seguir la rutina del «sálvese quien pueda y nos vemos en Viseu«. Es en estos momentos donde cada uno exprime su moto respetando sus límites y pilotando sin ningún tipo de presión. Nos reagrupamos en Viseu con una Super Bock y después de comentar las jugadas continuamos camino hacia Coimbra. Es casi de noche y esto hace más difícil seguir la N2 sin acabar entrando en la autovía. Lo haremos más adelante forzados por la hora y la lejanía con Coimbra, unos 50 kilómetros. En este momento debido a diferentes ritmos y alguna confusión con el navegador el grupo se divide en varias partes pero como todos sabemos dónde tenemos que ir y cuál es el hotel no habrá problema para reencontramos en Coimbra.

Ya en el hotel, muy cerca del río Mondego y del centro histórico, nos instalamos y cenamos en un restaurante justo enfrente del hotel al que nos llevan las horas tardías para cenar pero que se convierte en un gran descubrimiento, el Solar do Bacalhau  y en el que comeremos Pizza, jeje, es broma, evidentemente. Después de catar el bacalao en varias de sus versiones recorremos el centro histórico y subimos hacia la Universidad, encontrándonos con varias terrazas y bares que no dejamos de visitar. La noche es cálida y agradable, de manga corta, y seguimos sin imaginar la que nos va a caer al día siguiente.

 

Día 3 – Coimbra – Ciudad Rodrigo

El día siguiente, sábado, amanece nublado y la previsión meteorológica dice que va a llover, lo que sucederá poco después de desayunar y abandonar el hotel. El plan del día era ir hacia Salamanca por la frontera de Vilar Formoso, en Portugal, atravesando la sierra de La Estrela, una carretera que los cerdos salvajes ya conocían de años atrás y que yo me moría de ganas por atravesarla.
Evidentemente con lluvia la conducción en moto es muy distinta y si bien hubiera sido factible atravesar la sierra y llegar hasta Ciudad Rodrigo optamos por desviarnos por carreteras principales incluida la autovía para no correr riesgos innecesarios. Lloviendo, con tráfico y poca visibilidad el viaje de regreso es más complicado de lo previsto puesto que si bien íbamos preparados con ropa de agua llega un momento en que ésta no hace bien su función y esto se traduce en que gran parte del viaje vamos calados hasta los huesos.

Acordamos dividir el grupo y unos ir un poco más rápido para llegar cuanto antes a España y los otros más tranquilos y relajadamente para evitar accidentes.
Decidimos coger la autovía que une Viseu con Salamanca en Mangualde y a partir de ahí avanzar lo mas rápidamente posible hacia el destino parando únicamente para echar gasolina y a comer algo rápido. Esto nos hace llegar a Ciudad Rodrigo sobre las 5 de la tarde mientras que los otros miembros del grupo apenas llegarían una hora más tarde.

Estamos por tanto en Ciudad Rodrigo a media tarde, con tiempo de visitarla, tomar unas cañas y descubrir, por la gente del lugar, que estaban en fiestas. La Feria del Caballo. Recordemos que estamos en pleno Campo Charro donde el mundo del toro y los caballos tiene una gran importancia, tanta como para hacer una fiesta alrededor de ello.
Así que ahí estamos, después de cenar, en una carpa con música en directo, peñas y cerveza. Para qué decir más, 5:00 de la mañana para algunos.

 

Cerdos salvajes go home

El domingo, para algunos de resaca, no podemos demorarnos puesto que el viaje de vuelta a Coruña es complicado aunque no tanto para los de Madrid. Preparamos el equipo y salimos sobre las 11 de la mañana compartiendo viaje hasta Salamanca y allí, en un pueblecito cercano a la capital, es donde nos despedimos en un pequeño bar de carretera degustando uno de los pinchos típicos de Salamanca, la jeta.

Como primera experiencia con Cerdos Salvajes nada que objetar, aunque el tiempo no acompañara, la ruta fue espectacular y se disfrutó mucho de la moto y de los compañeros quedando pendiente, algún día, repetir el paso por la sierra de La Estrela y sobre todo acabar en Faro la mágica ruta 66 portuguesa.

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